Ubicado en una de las calles más codiciadas del barrio de Trafalgar, este exclusivo piso de 185m² representa el equilibrio perfecto entre elegancia, confort y funcionalidad. Con cuatro dormitorios cuidadosamente distribuidos, tres baños completos y un baño en suite, esta propiedad ha sido concebida para responder con distinción a las exigencias de la vida familiar moderna, sin renunciar al diseño ni al alma de Madrid.
Desde el primer paso en el interior, se percibe una sensación de amplitud bañada en luz. La cocina de concepto abierto —perfectamente integrada en el generoso salón principal— es el corazón del hogar: una invitación constante a la convivencia, al disfrute, a las conversaciones. Su estética limpia y sofisticada, equipada con electrodomésticos de alta gama, convierte lo cotidiano en un acto estético.
A un costado, un comedor independiente prolonga la experiencia del salón, conectando con una terraza perfecto para cenas de primavera o desayunos al sol, momentos de lectura entre plantas y brisa, conviertiendo la propiedad en un oasis privado. El segundo balcón en el otro extremo del piso, ofrece una opción individual o privada alternativa.
La suite principal, con su baño incorporado, es un remanso de paz que combina amplitud con una atmósfera serena. Los otros tres dormitorios —versátiles y luminosos— se adaptan fácilmente como habitaciones infantiles, dormitorios doble, de invitados o incluso como despachos. Además, se ha reservado una zona específica de estudio que resulta especialmente idónea para el desarrollo académico de los más pequeños o como rincón de trabajo creativo.
La reforma, reciente y cuidada, respeta la esencia del edificio y del barrio, aportando al mismo tiempo una visión contemporánea que se traduce en confort térmico, iluminación eficiente y materiales duraderos.
Se incluye una plaza de garaje perfecta para dar movilidad en pleno centro de la ciudad. Este detalle, poco frecuente en la zona, aporta una comodidad impagable para el día a día en una de las áreas más vivas y solicitadas de la capital.
Vivir en este piso no es solo habitar un espacio: es instalarse en un estilo de vida distinguido. Trafalgar es sinónimo de tradición y vanguardia, de cafés con historia, librerías de culto y restaurantes de autor. Es pasear por calles arboladas con aire de París, a solo unos minutos de zonas verdes, boutiques independientes y algunas de las mejores escuelas de la ciudad.
La propiedad representa un refugio de calma en el centro de una ciudad que vibra, un equilibrio perfecto entre dinamismo urbano y sosiego doméstico. Es, sin lugar a dudas, una de esas viviendas que rara vez aparecen en el mercado —y cuando lo hacen, despiertan deseo, conversación y oportunidad.