Descubre el encanto de esta emblemática propiedad de 1890, una joya arquitectónica que fusiona el esplendor del pasado con la comodidad contemporánea. Con una reforma en excelente estado, esta residencia conserva su esencia señorial con detalles originales, techos altos de 3.4 metros y una distribución excepcional que garantiza amplitud, luminosidad y sofisticación en cada rincón.
Desde el exterior, sus cuatro balcones a la calle no solo aportan carácter y distinción, sino que también permiten disfrutar de vistas encantadoras y una conexión privilegiada con la ciudad. Al ingresar, la amplitud de sus espacios cautiva de inmediato, con una gran zona social que invita a la convivencia en un ambiente refinado y acogedor.
La cocina independiente, de diseño funcional y elegante, está estratégicamente ubicada para ofrecer comodidad sin interferir en las áreas de descanso y entretenimiento. Cada habitación, generosamente dimensionada, recibe abundante luz natural, resaltando la calidez y el carácter de los espacios. Además, algunos pisos originales han sido cuidadosamente conservados, aportando un toque de historia y autenticidad a la propiedad.
Esta casa no solo es un testimonio de la elegancia de una época pasada, sino también una oportunidad única para quienes buscan exclusividad, confort y una obra arquitectónica con un legado incomparable. Su impecable restauración la convierte en una propiedad lista para habitar, sin renunciar a la esencia y el prestigio que la hacen verdaderamente excepcional.