Barnes tiene el placer de presentarles esta joya clásica ubicada en uno de los edificios más emblemáticos de Madrid, destaca por su imponente fachada clásica, construida en 1940. Desde el primer momento, la entrada nos cautiva con su amplitud y ostentación. Un gran portal recibe al visitante con mármol pulido y detalles de época que evocan el esplendor de otra era. El edificio cuenta con servicio de conserjería, lo que añade un toque de exclusividad y seguridad a la propiedad. Subimos por el ascensor, cuya cabina conserva el diseño clásico original, con acabados en madera tallada y espejos biselados que nos transportan a la Madrid de antaño.
Al acceder a la vivienda, situada en la tercera planta, la más alta del edificio, nos encontramos con un majestuoso hall de entrada que abre paso a un interior exuberante. Los techos, de 4 metros de altura, crean una sensación de espacio y elegancia poco común. Lo primero que llama la atención es el impecable suelo de madera de pino melis, cuidadosamente conservado en todas las estancias del piso, que aporta calidez y un toque clásico a cada rincón de la vivienda. A la derecha, tras cruzar el hall, un despacho con ventanas al exterior ofrece un ambiente tranquilo, ideal para ser convertido en una habitación más si se desea.
Siguiendo por el pasillo principal, llegamos a la joya del piso: un gran salón que se abre a un comedor integrado, perfecto para recepciones o momentos familiares. Este espacio, con orientación sur, está bañado por una luz natural que inunda cada rincón gracias a sus ocho balcones que dan a la calle y ofrecen unas vistas excepcionales. La luminosidad y la amplitud del salón crean un ambiente cálido y acogedor, haciendo de este espacio el corazón del hogar.
A la derecha del pasillo, encontramos dos habitaciones contiguas, ambas de generosas dimensiones, que continúan la línea de elegancia y luminosidad que caracteriza el piso. El suelo de pino melis añade un toque distinguido, conservado en perfecto estado, que refuerza el carácter señorial de la propiedad. La cocina, situada al final del pasillo, combina lo clásico con lo moderno: equipada con los últimos electrodomésticos y una cocina de gas, está perfectamente diseñada para satisfacer todas las necesidades de la vida moderna. Anexa a la cocina se encuentra la habitación de servicio, junto con un baño privado, lo que proporciona comodidad y funcionalidad adicional.
Además, este piso ofrece una flexibilidad excepcional para los nuevos propietarios, ya que puede adquirirse completamente amueblado, con una selección de muebles clásicos y modernos que complementan el estilo de la vivienda, o totalmente desamueblado, para quienes prefieren personalizar cada espacio a su gusto.
Este piso también cuenta con la comodidad de tener acceso a un garaje situado a solo 20 metros del edificio, además de tres trasteros ubicados dentro de la finca, proporcionando un amplio espacio de almacenamiento.
En resumen, esta propiedad es una joya del Madrid más señorial, con un suelo de pino melis que realza la calidez y el estilo del piso. En esquina, con una luz natural deslumbrante, su imponente arquitectura, y la posibilidad de adquirirlo amueblado o desamueblado, es el hogar ideal para quienes buscan historia, exclusividad y confort en pleno corazón de la ciudad.